Add parallel Print Page Options

46 ¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

La preexistencia de Cristo

48 Respondieron entonces los judíos, y le dijeron:

—¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano y que tienes demonio?

Read full chapter